En una aldea de Camboya una enorme pitón de cinco metros parece ser la mejor amiga de toda una familia desde hace seis años.
El niño que es inseparable de la serpiente se abraza a ella sin sufrir ningún daño por el enorma animal...
Las costumbres en otros países son simplemente únicas, ya que convivir con una pitón suelta en casa no es nada comparado a tenerla encerrada en una urna de cristal.
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